En esta segunda parte de nuestro recorrido por la historia de los logotipos de las marcas de automóviles, continuaremos explorando el fascinante mundo de estos símbolos emblemáticos. Testigos de la evolución de la industria del automóvil, estos logotipos han experimentado cambios notables que reflejan no solo el progreso tecnológico, sino también los valores y la visión de las marcas. En este viaje, seguimos descubriendo cómo algunos de los fabricantes de automóviles más reconocidos han reinventado sus identidades a lo largo de los años, manteniendo siempre una conexión profunda con los corazones de los consumidores.
Peugeot
La historia de Peugeot tiene sus raíces en el 1734, cuando Jean Jacques Peugeot inició una serie de emprendimientos comerciales que abarcaban desde una tintorería hasta una fábrica de aceite y un molino de grano. Con el tiempo, sus descendientes transformaron el molino en una modesta factoría de acero donde producía una variedad de productos. La empresa adquirió el nombre de “Peugeot Hermanos”.
Fue en el año 1847 cuando surgió el icónico emblema del león, que posteriormente se convertiría en el sello distintivo de cada artículo fabricado por la compañía. Este emblema, presentaba a un león pisando una flecha, y para la familia Peugeot, esta figura representaba la esencia de sus productos. Sus sierras eran tan resistentes como los colmillos de un león, tan flexibles como su espina dorsal y tan ágiles como este majestuoso animal.
A lo largo del tiempo, este logotipo ha experimentado múltiples evoluciones, pero siempre ha mantenido la imagen inalterable del león como un símbolo inconfundible de la empresa.
Renault
El emblema en forma de diamante de Renault, es uno de los logotipos más reconocidos en la industria automovilística. De hecho, de una forma u otra, ha estado presente en el mercado durante casi 100 años. Sin embargo, como sucede con muchas otras marcas, esto no siempre fue así.
La historia de Renault se remonta a finales del siglo XIX, cuando Louis, Marcel y Fernand unieron fuerzas para fundar una empresa en 1898. Sin embargo, durante la Primera Guerra Mundial, Renault fabricó un tanque para las fuerzas aliadas. Este se volvió tan popular que, durante años, el logotipo de la compañía fue sustituido por el de un tanque.
A medida que pasaba el tiempo, el diseño de este logotipo experimentó varios cambios. No es hasta 1972 que el diseñador gráfico modernizó significativamente su apariencia, sentando las bases del diseño actual.
Opel
Opel tuvo sus inicios en 1862 en Alemania. En aquel entonces, la empresa se dedicaba a la fabricación de máquinas de coser, y su logotipo consistía en las letras “A” y “O”, que eran las iniciales de su fundador, Adam Opel.
En 1866, la compañía amplió su producción y comenzó a fabricar bicicletas. Su nuevo emblema incluía las palabras “Victoria Blitz”, haciendo referencia al rayo de la victoria. Fue la primera vez que la palabras “Blitz”, que significa rayo en alemán, se incorpora la logotipo, aunque no tenía una representación gráfica específica.
Luego, en 1937, el logotipo de Opel evolucionó para mostrar un zeppelín estilizado dentro de un anillo. En ese momento, los zeppelines simbolizaban la innovación y el progreso, pero a medida que esta tecnología perdió relevancia, Opel gradualmente transformó la imagen del zeppelín en el icónico rayo que conocemos en la actualidad.
El último cambio de diseño de Opel se produjo en 2016, cuando la empresa optó por un diseño plano y abandonó las tres dimensiones. Esta nueva versión enfatizó la simplicidad, la claridad, la fuerza y la solidez, rindiendo homenaje a los diseños de las décadas de los 70 y 80.
